Veladero y el derrame de Cianuro: una lucha que continúa
En la Provincia de San Juan, los vecinos de Jáchal e Iglesia siguen dando batalla a la problemática megaminera que hace más de una década contamina el ambiente y destruye familias.
El viernes 13 de julio de 2016 se cumplieron 10 meses del derrame de más de 1 millón de litros de solución cianurada (agua, cianuro y metales pesados) sobre las nacientes del río Jáchal en la Provincia de San Juan. Este derrame, ocurrido en la mina Veladero, tiene como responsable a la empresa Barrick Gold.
Hoy, los vecinos de las localidades Jáchal e Iglesia, a través de la Asamblea “Jáchal No Se Toca”, continuan sosteniendo un Acampe, para reclamar al gobierno justicia por el delito ambiental y social cometido. Insisten pacíficamente para que cierre definitivamente mina Veladero, y para que los responsables, con sus cómplices, cumplan la pena que les corresponda.
“El delito ambiental cometido por la Barrick, en San Juan, amerita el cierre definitivo de la mina Veladero, sin miramiento alguno. La desidia de los funcionarios de la empresa y de la provincia de San Juan, no puede terminar, como es común en este país, en agua de borrajas. Juicios interminables, años de querellas sin sanciones, mientras las mineras siguen operando. Desde 2007 venimos denunciando los graves peligros de la megaminería a gran escala y lo que sucedió ahora en San Juan es una de las tristes muestras de lo que ocasiona este modelo extractivista”, sentencia Cristina Martín, Coordinadora de las Campañas “Basta Ya” y “Los Glaciares No Se Tocan” de Conciencia Solidaria.
La Ley de Glaciares y su relación con Veladero
En octubre de 2008, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad y la Cámara de Senadores por mayoría absoluta, la ley 26.418: “Régimen de presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglaciar”. Y en noviembre de ese año fue vetada por la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Hasta ese entonces, la mayoría de la población argentina desconocía mucho en materia de glaciares, de hecho pocos sabían que no había leyes hasta ese entonces que velaran por la seguridad de los mismos. Este veto significó un claro guiño del kirchnerismo para las empresas mineras, y el fin de los derechos a un ambiente sano y seguro para las poblaciones.
Desde Conciencia Solidaria no podíamos permitir que los glaciares quedaran desprotegidos, y comenzamos una ardua batalla hasta lograr que se apruebe, en el año 2010, una “ley clon”, igual a la vetada para la Protección de Glaciares y el Ambiente Periglaciar.
Los glaciares y ambientes periglaciares son “reservas estratégicas de recursos hídricos para el consumo humano; para la agricultura y como proveedores de agua para la recarga de cuencas hidrográficas; para la protección de la biodiversidad; como fuente de información científica y como atractivo turístico. Los glaciares constituyen bienes de carácter público”.
Hoy, a 6 años de su sanción, la Ley NO se cumple.
El artículo Nº 3 de la Ley declara: “Créase el Inventario Nacional de Glaciares, donde se individualizarán todos los glaciares y geoformas periglaciares que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo”.
“Según la Ley –explica Luciana Gagliardo, presidente de ONG Conciencia Solidaria– se debían auditar con un máximo de 180 días a las empresas que operan sobre áreas glaciares y periglaciares, para identificar y cuantificar los impactos ambientales potenciales y generados. En caso de que se detectase significativo impacto sobre glaciares o ambiente periglaciar, se ordenaría el cese o traslado de la actividad y las medidas de protección, limpieza y restauración que correspondieran”.
Al día de hoy, los inventarios no se hicieron
La actividad minera, una de las actividades cuya operatoria está prohibida expresamente por la Ley en zonas glaciares y periglaciares, sigue funcionando, destruyendo y contaminando los recursos hídricos. Es posible que cuando se termine el Inventario de Glaciares muchas de estas “reservas estratégicas de recursos hídricos” ya no existan, porque en muchas de estas regiones están asentadas empresas megamineras. Un ejemplo de ello es la mina Veladero, ubicada en San Juan, de la empresa Barrick Gold. Esta zona no fue inventariada, y es sabido que la minera opera en gran parte sobre área periglaciar. Nos aclara Cristina Martín: “Los inventarios no fueron completados y a causa de esta desidia del Estado Nacional el emprendimiento Veladero siguió trabajando, provocando el desastre ambiental más importante de la década: en 2015 produjo el derrame de más de un millón de litros de agua cianurada en la cuenca del río Jáchal”.
Este accionar sólo es posible con la suma de complicidades de diversa índole, estatal y privada, pero le compete al Estado hacer cumplir las leyes y preservar nuestros recursos estratégicos.
Desde los años 90 en Argentina operan empresas transnacionales de megaminería metalífera y de radiactivos. Los yacimientos se encuentran en la alta montaña y allí, a fuerza de voladuras y uso de sustancias tóxicas, estas empresas extraen su producto con graves daños al ambiente. En la lista de desastres ecológicos ocasionados por estos emprendimientos figura la de destruir glaciares, tal es el caso, en la provincia de San Juan, de Veladero, operada por la empresa canadiense Barrick Gold.
“De forma sostenida y por todos los medios, incluso los judiciales, seguiremos trabajando para que la Ley de Glaciares se aplique. Un modelo sostenible de desarrollo debe ser en armonía y equilibrio ecológico, y los proyectos de megaminería no cumplen esta condición. La destrucción del ambiente, la contaminación, la ruptura de las economías regionales, la incidencia en graves problemas en la salud de las comunidades afectadas, señalan a la megaminería como inviable en cualquier lugar del planeta. La avaricia de unos pocos no puede aplastar el derecho de todos. Las frases AGUA SI - CIANURO NO o EL AGUA VALE MÁS QUE EL ORO, acuñadas por los vecinos, expresan una verdad insoslayable que debemos defender y no permitir que queden en letra muerta. El triunfo del pueblo será, en parte, logrado cuando se consiga una Ley Nacional de Prohibición de Megaminería metalífera y de radiactivos. Este será un buen final para la batalla contra el extractivismo.”, concluye Cristina Martín.
Conciencia Solidaria ya tiene presentado un PROYECTO DE LEY CONTRA LA MEGAMINERIA