PALESTINA Y ARGENTINA: SUS PUEBLOS ORIGINARIOS
EL PECADO DE VIVIR EN EL LUGAR EQUIVOCADO

Lugar equivocado decimos, ironía mediante, ya que las tierras que ocupan estos pueblos originarios son ambicionadas, y generalmente usurpadas por núcleos representantes del poder político-financiero. Tanto en Palestina como en nuestro país, estos pueblos originarios están siendo sistemáticamente avasallados en sus derechos humanos más básicos; lamentablemente hoy en Gaza ni el derecho a la vida se salva. Llamamos originario al pueblo palestino en el sentido literal del término, ya que ellos, semitas, habitan aquel territorio desde hace milenios; esto en contraposición de sus ocupantes, el Estado de Israel, que desde 1948 comenzó a apropiarse –ONU de por medio- de aquel territorio que hoy es escenario de todo tipo de violaciones a la integridad humana por parte del ejercito israelí sobre la población civil, como ser en la Franja de Gaza. En aquél 1948 se inició lo que para muchos sería denominado “Al Nakba, La Catástrofe palestina”, ya que significó la expulsión de sus tierras y sus hogares de miles de habitantes que se vieron forzados al exilio, cuando no a morir en manos de un ejército que arrasó con poblados cobrándose la vida de miles. Quienes sobrevivieron a este proceso de limpieza étnica dieron lugar al fenómeno que aun existe de los campos de refugiados, algunos de los cuales fueron creados por la misma ONU en respuesta al desamparo en que tantos seres humanos habían repentinamente quedado. Larga es la historia, para este artículo, de las sucesivas apropiaciones de territorio palestino por parte del Estado de Israel, y así como es de larga, es cruenta y sangrienta. Y como dice Galeano “ya poca Palestina queda, paso a paso Israel la está borrando del mapa; en cada una de sus guerras “defensivas”, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen”. Siguen los almuerzos y sigue el apetito de Israel por los recursos naturales palestinos, como por ejemplo en el caso del petróleo, en donde por diversas tretas impunes va adueñándose de la explotación de este recurso tan estratégico. También el agua que debería calmar la sed de los palestinos es saqueada por sus vecinos israelíes, tornando a la Franja de Gaza, zona inhabitable para el 2016 según la propia ONU. Y como estamos acostumbrados a ver, en cada uno de los despojos que los pueblos originarios sufren, se encuentra presente la hipocresía con la que los opresores intentan enmascarar sus fechorías; Israel intenta transmitir al mundo, sobre todo a través de las grandes cadenas de multimedios afines a sus intereses, que el demencial ataque militar que está ejerciendo sobre la Franja de Gaza es una guerra contra el “terrorismo” de los grupos de resistencia palestina, lo que no explican es porque el 80% de las víctimas fatales en Gaza son civiles. No hay guerra en Gaza, hay un exterminio repudiable e impune al cual hoy a través de las redes sociales podemos asistir casi en vivo y en directo, minuto a minuto; ¿Qué guerra están peleando los niños y mujeres de Gaza que se nos aparecen en las pantallas de nuestras computadoras con los cuerpos literalmente destrozados? Somos conscientes que los métodos de resistencia de los grupos armados palestinos no son métodos de “diálogo”, a pesar que la mayor parte de la población de aquellas tierras resiste la ocupación Israelí sin el menor uso de la violencia. Desde que en 2006 el partido palestino de Hamas ganaran limpiamente las elecciones legislativas, la población de Gaza está siendo castigada con un inhumano bloqueo por parte de Israel, convirtiendo a la Franja en una ratonera cerrada en donde todas las necesidades y derechos de aquella gente se encuentran anulados. La ONG Conciencia Solidaria es una ONG ecologista y pacifista, no nos interesa tomar partido por cuestiones meramente políticas o raciales; sí estamos interesados en tomar objetivamente partido en defensa de los pueblos y seres oprimidos, y denunciar lo que creemos es una violación a la dignidad humana y al derecho de los seres a vivir en su territorio en libertad y armonía. Pedimos Paz para aquel sector de la geografía planetaria, pero no somos ingenuos, para que esa Paz pueda implantarse deberá dejar de existir la opresión de quienes ostentan el poderío económico-militar sobre quienes nada de eso poseen.
En cuanto a los pueblos originarios argentinos, tal vez ellos pasaron ya por esta nefasta etapa de ser abiertamente masacrados en nombre del progreso y de la civilización. Así como pasa en Palestina, aquí también se expresaba que había que conquistar el “desierto”, desiertos densamente poblados por habitantes originarios. Aquí también las tierras que ocupaban nuestros hermanos indígenas eran estratégicas para el desarrollo económico-financiero de las clases dominantes; aquí también la hipocresía del discurso de los poderosos se hacía presente, y aquí también se nos trataba de instruir y “educar” con la historia contada por los usurpadores. Pero tal vez no sea correcto hablar en tiempo pasado de lo que ocurre en la actualidad en Argentina. Hoy también encontramos aquí pueblos originarios tratando de resistir el embate del modelo extractivista; solo valgan como unos de los muchos ejemplos, la lucha desigual que la Comunidad QOM Potae Napocna Navogoh de Formosa, de la mano de su Qarashé Félix Díaz, viene dando desde hace ya mucho tiempo ante el robo sistemático de sus tierras por parte del Estado provincial y sus terratenientes amigos; o la resistencia en el sur del Pueblo Mapuche, arrinconados hoy en su propio territorio por la industria de los hidrocarburos no convencionales (Fracking) de la mano del Gobierno Nacional en sociedad con la corporación Chevrón y otras. Más allá de los crímenes de lesa humanidad que estas usurpaciones impunes ejercen, también son violadas las leyes de la naturaleza de nuestro planeta; en nombre de la necesidad de “producir” todo queda relegado a un segundo plano, y los buitres del materialismo exacerbado no dudan en liquidar vidas humanas y ecosistemas naturales en pos de su ambición de dominio y poder.
Reiteramos como ONG nuestro total apoyo a los pueblos oprimidos de este planeta; no tenemos ni ansiamos banderas políticas ni partidarias; no tenemos preferencia por raza alguna. La humanidad es Una, y donde sea que haya opresión, crímenes y saqueos nuestra solidaridad deberá hacerse presente; una Conciencia Solidaria no puede mirar para otro lado en coyunturas como las descriptas anteriormente. Y que el milagro de la Paz en este plantea pase a ser una posibilidad cada vez más cierta de poder ser llevado a la práctica.

 



Campaña Nacional: "Conciencia Originaria QO.PI.WI.NI"
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(+54) 03464 - 15 - 549 897
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ONG Interprovincial Conciencia Solidaria

 

 

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