NUEVAS PANDEMIAS: INDUSTRIA ARGENTINA

 

 

 

Los argentinos unidos decimos NO a las megagranjas de cerdos chinas en Argentina.
NO a nuevas pandemias. NO a los negocios de muerte. BASTA de matar nuestra tierra, a los animales y de enfermar nuestra sociedad.
El pueblo argentino elige la vida y eleva su voz ante la destrucción de la biodiversidad por el insostenible y cruel negocio de industrialización de animales.
#LaMuerteNoEsNegocio #NoAlAcuerdoPorcinoConChina #BastaDeFalsasSoluciones
 
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@ginesggarcia) demandando que frenen el acuerdo porcino con China!

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Pieza audiovisual realizada por
@concienciasolidariaong y @unionvegana en la que participo junto este gran elenco:

@julietadiaz77, @nicolaspauls, @julian_weich, @nachaguevaraoficialok,
@soledadvillmilok,@m.klooster, @liz_solari, @nikitaneumannoficial
@pablo_grana, @orianasabatini, @fulopcatherine,@mirtabusnelli, @guillevaldes1,
@katjaalemann, @candelariatinelli, @luisnovaresio, @balfederico, @eleowexler,@alfonsobenja,@marianogabrielmartinezok,@luispavesio, @polloalvarez,
@pazcornuok, @valeriaschapira,@matildablanco, @celinafont, @danteortega, @monicaraiola

Adhesiones:
@oficialpetalatino, @peta, @alianzaxelclima, @agendaambiental.buenosaires, @ecowork_ong, @veganfestargentina, @npliberacionanimal, @lunessincarneargentina, @revistavegan, @accionambientalcircular, @aclimatando, ,@marchiquitasustentable, @amigosdelapatagonia, @angeles_verdes, @animallibreargentina, @capibarands, @climatesaveargentina, @concienciaecologica.ar, @eco.house, @grupoecohuellas, @ecolobos. @econcienciav, , @fai.bsas, @festivalfinca, @healthsaveargentina, @Fhlosayamanes, @iumacreciendoenvalores, @influos, , @islaverde.ong, @kula.ear
 

¿Querés saber más?

 
El acuerdo con China, que forma parte de un convenio marco más amplio, para la instalación de maga factorías de cerdos (tratados como cosas y no seres sintientes), en Argentina, responde a un modelo económico que vino para quedarse: el extractivismo. Extraer y depredar del ambiente todos sus recursos, bienes comunes, para llenar el bolsillo de unos pocos, en detrimento de las grandes mayorías.
Por cierto, la profunda crisis económica que atraviesa nuestro país, producto de un desmanejo y de la desmedida especulación, a la cual se sumó la pandemia para asestarle el golpe de gracia, demandan el ingreso de divisas, a los fines de sostener lo insostenible. Es así que Felipe Solá,  Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, al igual que en la década del '90, cuando le abrió las puertas al monocultivo sojero, vuelve a negociar un acuerdo leonino, con el Ministro de Comercio de la República popular China, Zhong Shang.
Cancillería Argentina lo anunció hace relativamente poco tiempo. Este acuerdo lo denominan una "Asociación Estratégica" (?), sobre la posibilidad de producir carne porcina, en cantidades siderales, y una inversión mixta entre empresas argentinas y chinas, que redundaría (aunque desde el Gobierno, salieron a reducir números) en un aumento de producción local. Pasaríamos de producir de 6 ó 7 millones de cerdos, a producir 100 millones. Y en el medio, pasarían muchas cosas.
La intención de China, en radicar en Argentina estas mega factorías de cerdos, tienen que ver con las enfermedades que genera, producir animales hacinados a gran escala. Recordamos que recientemente el país asiático, sufrió una epidemia de Gripe Porcina Africana, virus G4 EA H1N1, y que para que no se siguiera propagando, asesinaron entre 180 y 250 millones de cerdos, de las formas más crueles: quemándolos vivos y enterrándolos. Así, su producción bajó entre el 20 y el 50%, pero los chinos quieren seguir consumiendo carne de cerdo. Argentina es, en las condiciones que atraviesa, el destino ideal para compensar esa falta. Vale destacar que, este acuerdo, de hacerse realidad en noviembre, las consecuencias socio ambientales y sanitarias serían devastadoras. 
La plantación de monocultivos como la soja, que ya ocupan el 60% del campo argentino (32 millones de hectáreas), con un aumento del uso de venenos de aproximadamente de más del 1000% (525 millones de litros), y debería aumentar, en relación a lo producido en 2019, para abastecer a los animales ubicados en 25 mega granjas-factorías, con 12.000 hembras madres cada una. Esto significaría un aumento de la sojización y de la monocultura del monocultivo. Más agrotóxicos en tierra, agua y aire. Más avance la frontera agropecuaria. Más desmonte, sobre lo poco que queda en pié. Por ende, más comunidades campesinas y originarias, llevadas a los márgenes y viendo vulnerados sus derechos humanos más esenciales.
A este panorama, sumarle elementos, como la resistencia al uso de antibióticos, que se desarrolla, no solamente al consumir las carnes de los animales tratados con aquellas drogas, sino el paso a las napas y cursos de agua, provenientes de la excreta y sangre de los animales. Más antibióticos, más resistencia, menos salud. 
La ejecución de estas granjas, sólo traerán pobreza y enfermedad. Ya entre 2011 y 2018, se descubrieron en granjas chinas, 179 virus por técnica de hisopado. Pero, no solamente hablamos de los cerdos, y las condiciones infernales a las que son sometidos, y el trato demencial que se les da. Es preocupante saber, que ante la falta de equilibrio ecosistémico, y una eventual debilidad inmunológica a la que nos podremos ver sometidos, nuevas enfermedades emergan. Ya lo mencionó la OMS ante la Gripe Porcina Africana, de su capacidad para afectar al humano y mutar. Se estima que va en aumento la cantidad de casos sobre resistencia a los antibióticos, superando los 800.000 anuales. Y no es un futuro prometedor, el Instituto Malbrán, a través de uno de sus investigadores, Fernando Pasterán, "para 2050, se esperan 10 millones de muertes, atribuibles a la resistencia por antibióticos. Será la principal causa de muerte. Superará al cáncer. Morirá una persona cada tres segundos, por resistencia a los antibióticos".“El problema de la resistencia de las bacterias no respeta límites ni posición económica o social. Es global. En América Latina nos debería preocupar lo que está pasando en China, Francia, Italia”, ya lo mencionaba en una entrevista allá por 2016, Alejandra Corso, Jefa del Servicio de antimicrobianos de la administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud del Instituto Malbrán. “Hay antibióticos hasta en lo que comemos”, indica Pasteran. Según una estimación del Concejo Internacional de Información Alimentaria, un 80% de los antibióticos que se utilizan en países desarrollados se administran a los animales de granja para estimular el crecimiento o como una precaución frente a posibles infecciones. China, Estados Unidos y Brasil son los países con mayor uso de antimicrobianos en animales. En Argentina se consumieron 6.000 toneladas de antibióticos en 18 meses, principalmente para engorde de pollos y aves de corral. Algo similar ocurre en la cría de peces de granja en la que el uso de antibióticos no está regulada. “Hay que exigir a empresas de productos alimenticios alimentos sin antibióticos”, indica Corso.
En un planeta con plena crisis hídrica, con  2.100 millones de personas que no tienen acceso a agua potable o sistemas de saneamiento, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, marzo 2020) significando que 3 de cada 10 personas viven sin agua potable en su casa, no podemos permitir, criar cerdos, que consuman a razón de 6.000 litro de agua por cada kilo de carne producida. Es decir, 37.5 millones de agua pura por día destinada a tales fines, y cuando en Argentina específicamente, existen 7 millones de personas, sin acceso al líquido vital
 
¿Con todo esto, qué haremos como sociedad?
Son los pequeños hábitos cotidianos los que cambian las cosas. Los consumidores tenemos el poder de, a través de nuestros hábitos, marcar la cancha del mercado. Bastará tomar consciencia, y activar. 
 
Algunas propuestas:
- Fundamentalmente, virar nuestras costumbres alimentarias a dietas basadas en vegetales. El Veganismo, como filosofía de vida, es la opción más completa.
- Sumarnos a acciones de calle en reclamo por causas justas, como esta. 
- Adherir activamente a organizaciones que luchen por el cuidado ambiental.
- Dejar de consumir/comprar, aquello que no necesitemos.
- Firmar las peticiones que puedan ser significantes y nos resuenen. 
- Colaborar en difundir materiales que denuncien estas problemáticas que nos conciernen a todos y a todas. 
 
Estamos atravesando una profunda crisis civilizatoria. Es menester, tomar partido y ser parte de una posible solución. Un viraje de retorno hacia el modelo agroecológico, nuestro apoyo incondicional al logro de una genuina Soberanía Alimentaria, la busqueda de otra forma de relacionarnos con la Tierra, que signifique diversidad de semillas, el desarrollo de las economías regionales, el anhelo de una profunda y renovadora reforma agraria, son algunas de tantas cosas, que deben ser el sostén y argumento, para nunca otorgar la Licencia Social, tan ansiada por las corporaciones y gobiernos cómplices, para instalarse a sus anchas.
 
#BastadeMaltratoAnimal
#VeganismoEsAmor
#BastaDeFalsasPandemias
 
 

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